jueves, 28 de enero de 2010

domingo, 17 de enero de 2010

Cerré mis ojos para poder descansar de este cielo negro que se paró sobre mí, y todo lo que quise borrar siguió aferrado a mí. No quiero pasar el resto de mi vida reprochándome que no te pude ayudar... como si todo esto fuera tan fácil. Me levanté de mi ataúd de cenizas que me ayudaste muchas veces a limpiar, para decirte (que) : estoy muriendo por oír tu palpitar.